TULA DE ALLENDE, Hgo.- El presidente Andrés Manuel López Obrador supervisó ayer la continuación del proyecto de reconfiguración de la refinería Miguel Hidalgo que dejó inconcluso la administración de Enrique Peña Nieto, recorrido en el que escuchó demandas de los trabajadores, como desbloquear plazas, procurar equipamiento y mantenimiento.
En su estancia de casi tres horas, acompañado de la secretaria de Energía Rocío Nalhe, visitó el área de la planta coquizadora que está en construcción, así como la gerencia de la refinería. Al cierre de esta edición, no se habían dado a conocer oficialmente los motivos de la visita presidencial, pero de manera extraoficial se trascendió que personal de Pemex, Transformación Industrial, le presentó el plan para reactivar los trabajos de reconfiguración de la planta.
Las obras que faltan por terminar son la planta coquizadora, las hidrodesulfuradoras de gasolina y diésel y construir una planta de hidrógeno, obras en las que se invertirían alrededor de 3 mil millones de dólares. La coquizadora permitirá procesar los excedentes de combustóleo con alto contenido de azufre y en general con la reconfiguración reducirá las emisiones de óxidos de azufre y de nitrógeno.
Durante su recorrido, López Obrador dialogó con los trabajadores, quienes celebraron que el gobierno federal invierta para modernizar ese centro de trabajo y le externaron su compromiso para sacar adelante los trabajos. Uno de los trabajadores le explicó al Presidente que "esta es nuestra realidad como empresa. Hace falta mantenimiento, señor presidente, hace falta herramienta y materiales”, le dijo mientras le mostraba la infraestructura.
Le aseguró que hay mano de obra calificada, paileros, soldadores, horneros, operadores de patio y todos tienen el compromiso y llevan la lealtad a la empresa en la sangre, pero necesitan que los ayude, “necesitamos que se programen mantenimientos predictivos y correctivos que no pueden hacer porque las plazas están bloqueadas", dijo.