A dos semanas de que Hidalgo se encuentra en semáforo epidemiológico verde, las salas de cine tienen permitido, por Salud Estatal, un aforo de 90% de su capacidad, con ello, ya no hay butacas restringidas para mantener la sana distancia, aunque se siguen aplicando las medidas sanitarias por el Covid-19, como la toma de temperatura corporal al ingresar al complejo de salas.
Cuando reabrieron en octubre de 2020, esos sitios ubicados dentro de plazas comerciales en Pachuca, eran los más solitarios, al grado que podía haber un espectador ocupando una de las más de 100 butacas durante una función.
Sin embargo, a un año de distancia, los cines no atraen todavía a sus grandes audiencias como en 2019, cuando era posible registrar lleno total tratándose del final de la saga de superhéroes vengadores, allá por abril de ese año.
A propósito de que en estas semanas se ofrecen hasta cinco películas de terror, una de ellas infantil que trata de una familia singular, los cines no generan atractivo al público, aunque los principales asistentes son los jóvenes, sector poblacional que por lo regular no respeta las medidas sanitarias.
También resulta evidente para los cinéfilos, que los costos subieron, pese a que atravesamos por una pandemia global, que obligó a retrasar varios estrenos.
Acudir en familia o en pareja, será nuevamente sin que deban sentarse en butacas separadas, como ocurrió al iniciar el mes pasado, en el que más de dos personas no podían estar juntas.