Afectado severamente de sus pulmones a causa del Covid-19 e internado en un Hospital privado de Tulsa, Oklahoma, desde el seis de mayo, este fin de semana falleció el hidalguense Rufino Alvarado Rubio, cuyo cuerpo será cremado y sus cenizas reposarán en su natal Jacalilla, en La Misión.
En breve intercambio de mensajes, la viuda, Yanet Beatriz Rojo Zenil, informó que entre mañana y el miércoles concluirán los trámites por la defunción de su marido, quien el 22 de abril llegó a ese condado a trabajar contratado por una empresa, pero cuatro días después presentó lo que suponían era un cuadro de “gripe” y diez días posteriores, la prueba arrojó positivo al nuevo coronavirus y fue internado en el Saint Francis.
De acuerdo con Gaspar Mendoza de la Organización Estrada AC, que se dedican a poyar a los migrantes, la compañía que lo llamó a trabajar en jardinería lo hizo y lo aseguró, por lo que no hubo costo en el tratamiento que lo mantuvo casi tres meses hospitalizado.
A la esposa le gestionaron con las autoridades de la embajada de Estados Unidos en México, un visado humanitario con lo cual pudo viajar hasta Tulsa y “rezar por un milagro”, ante varios intentos de los médicos por desconectar a su esposo.
La viuda volverá a Jacalilla una vez terminen los trámites en Tulsa y solicitó al gobernador Omar Fayad, lo mismo que pidió en mayo cuando se le entrevistó: “un trabajo para mi hija, porque no sé de qué vamos a vivir”, estudio puericultura y acaba de terminar su carrera.