Raymundo Rodríguez Ramírez, médico de base del hospital inflable de Pachuca, dijo que sintió impotencia cuando uno de sus amigos, un doctor, falleció por Covid-19, por lo que durante los 18 meses que lleva la pandemia sufre episodios de agotamiento por una labor permanente de atención a los pacientes.
Joven, con pasión y vocación por ayudar y salvar vidas, dijo que atiende a pacientes de Covid-19 desde que inició la pandemia, en marzo de 2020, y por ello ha vivido episodios de ansiedad que han sido canalizadas con el apoyo de profesionales de la salud mental.
Aunque al inicio de la contingencia sanitaria presentó algunos síntomas, las pruebas fueron negativas y por ello mantiene las medidas de bioseguridad para evitar contagios, debido a que comenzó a retomar la convivencia con sus familiares, después de haberse aislado para evitar exponerlos a algún contagio.
Reconoció que durante la segunda ola de contagios, registrada a finales del año pasado e inicios de este 2021, hubo riesgo de colapso de atención en el hospital inflable de Pachuca, pero afortunadamente comenzó a descender el número de pacientes y en la actualidad se encuentran en el nivel más bajo de hospitalizados desde que comenzó la pandemia.
Después de ocho años de carrera, Raymundo reconoció que la pandemia es el momento más desafiante de su trayectoria, pues implica una atención permanente a los pacientes, que en algunos momentos fue frustrante por la falta de medidas preventivas de los ciudadanos.