Pequeñas panaderías cerraron en bancarrota y con muchas deudas por pagar, debido a que no pudieron sostenerse ante las bajas ventas y el encarecimiento de insumos, señaló en entrevista Omar Santiago Mayor, empresario del sector y presidente de la Asociación de Panaderías del Valle del Mezquital.
De acuerdo con el dirigente, este organismo tiene registro de al menos tres establecimientos en esta situación. Añadió que en los casos más extremos, los propietarios tuvieron que cerrar el negocio con adeudos de hasta 100 mil pesos con sus proveedores.
“Los establecimientos tuvieron que cerrar por que no hay ventas, además, también porque los suministros o materia prima, están por las nubes; la inflación es el impuesto que más pega a pequeños negocios”, recalcó.
Señaló que en lo que va de este año los insumos para fabricar pan han registrado un aumento de hasta 100 por ciento, el cual calificó como “desmedido”.
“Esta temporada de fríos o lluvias que comenzó, casi siempre aumentaba mucho la venta de pan y este año, la demanda del producto no mejora, sigue igual.
Por lo regular en todo el año sale para los gastos, inversión y pago de empleos y en realidad en la época de lluvias, que inicia en agosto, es cuando vemos un poco de utilidad y en esta ocasión no ha sido así”, dijo.
Santiago Mayor precisó que a fin de que el gremio salga delante de esta complicada situación es necesario que el gobierno federal apoye al sector con subsidios para la adquisición de materias primas y combustibles, así como créditos para la compra de maquinaria.
Durante el mes de agosto el pan de dulce fue uno de los que registraron mayores incrementos en su precio y que incidieron en la elevada inflación que para ese periodo se ubicó en 8.87 por ciento.
De acuerdo con el Inegi, organismo encargado de medir el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) este alimento registró un alza de 2.24 por ciento.
Es justamente el elevado costo del pan, lo que desalienta el consumo entre las familias con ingresos cada vez más mermados.