Negocios de comida preparada sin exhibir sus precios, venta de bebidas alcohólicas sin control, desfase en el horario de funcionamiento de los juegos mecánicos y agresiones físicas entre los asistentes, son parte de las quejas señaladas que sucedieron en la feria regional Tizayuca 2024.
Instalada en avenida Ejército Mexicano, la de este año fue concesionada, y el programa se desarrolló frente a la Glorieta del Soldado, con un costo por persona al acceso a los eventos contemplados diariamente.
Así el dos de febrero cuando arrancaron las actividades, el estacionamiento de vehículos fue de 200 pesos por unidad si acudieron al concierto del grupo de música norteña, los automovilistas que se quejaron, no recuerda si había extinguidores y tambos con arena, entre otras medidas de protección civil.
En la actuación del solista del cinco de febrero, al terminar el cantante se registró una pelea campal de la que fueron testigos los policías municipales que no intervinieron para calmar a los rijosos.
Areli Aguirre dijo que ella y su novio vivieron una mala experiencia al asistir a las instalaciones de la feria y recorrerla, porque luego de consumir “unos tacos y dos cafés”, la cuenta fue de 900 pesos, situación similar al pagar la cuenta de 787 pesos por concepto de tres pozoles y tres ‘cocas’ que comieron Salvador Vega, su hermana y padre.
Ellos aseguraron que no había un módulo de la Procuraduría Federal del Consumidor y desconoce si a lo largo de la semana acudieron a inspeccionar la calidad e higiene de los alimentos ofertados, todo esto indica la falta de atención que la presidencia permitió todos estos abusos.
Otros asistentes relacionaron el consumo desmedido de bebidas alcohólicas con las constantes peleas dentro y fuera de las instalaciones; un señor de 60 años, recordó que el extremo para evitar la violencia es aplicar “cero venta de alcohol”, como cuando fue alcalde Juan Nuñez (2012-2016).