La ciudad de Pachuca atesora en cada uno de sus espacios, plazas, parques y monumentos, diversas historias que han quedado marcadas en la memoria de diversos ciudadanos quienes las han transmitido de generación en generación y unas más, han quedado plasmadas en libros y gráficas, en las que se puede apreciar el paso del tiempo, como en el Parque Hidalgo, una de las áreas verdes más conocidas del centro histórico que hace muchos años fue usado para enterrar a los muertos.
De acuerdo a información del Museo Virtual de Pachuca (MUVIPA), cuando la ciudad era un poblado pequeño, los huertos del exconvento de San Francisco de Asís, ubicado actualmente en Mariano Arista 206, abarcaban hasta el Parque Hidalgo.
Posteriormente, tras la llegada de la minería a la ciudad, la población aumentó al igual que las muertes debido a los desafíos que representaba el oficio para los habitantes de la zona, además de las diversas enfermedades que esto les ocasionaba, por lo que decidieron hacer un camposanto en los huertos del recinto religioso.
Antiguo Panteón de San Rafael
El panteón llevaba el nombre de San Rafael y se instaló en 1860 en la parte sur del área debido a que el terreno era bastante grande y porque antes se tenía la costumbre de enterrar a los difuntos en las iglesias o en sitios cercanos a las mismas con la finalidad de que las almas estuvieran cerca del paraíso.
Sin embargo, tras el decreto de las Leyes de Reforma que tenía como objetivo la separación de bienes de la iglesia y el estado, diversas áreas sufrieron cambios, se conservó solo la iglesia y los cementerios fueron regularizados, prohibiendo enterrar a los muertos en los altares de los templos.
Actual Panteón Municipal de Pachuca
Así es como se construyó el actual panteón de Pachuca, cuya fachada hecha de cantera traída de Mineral del Monte estuvo a cargo del hijo de Porfirio Díaz y fue inaugurada el 1 de enero de 1901, por lo que hoy en día, su estructura es considerada monumento histórico de la ciudad.
Por su parte, el terreno que había servido como camposanto, fue rehabilitado y se hizo en él un Parque de nombre Porfirio Díaz, el cual conocemos hoy en día como Parque Hidalgo; otros cambios que tuvo el exconvento de San Francisco con este decreto fue la separación de los cuarteles militares, los cuales son ahora edificios que albergan al Museo de Fotografía y al Cuartel del Arte.