“Sí, me da miedo pepenar, pero con eso es lo que subsistimos, no hay trabajo para alguien que no tiene la primaria terminada, a veces dejan buenos restos de comida y lo que hago es llegar a lavarla y luego cocinarla otra vez. Dicen que el calor mata todo; y bueno pues el temor es que me corte o me pique con alguna aguja, y que tal si esto tiene el virus, ése que está muy fuerte”, comenta Ana quien se dedica a recolectar de entre los residuos, cartón, pet y aluminio. Ella, es uno de los 300 “separadores ecológicos” que hay en Tulancingo.

Mujeres y hombres por igual, “pepenan” en los contenedores de basura ubicados en diversos sectores de Tulancingo: “así como yo me gano la vida de manera honrada y con el peligro de contagiarme del Covid, pues habemos muchos”.

Trata de no pensar en los riesgos de estar sin guantes ni cubrebocas, hurgando entre los desechos, lo que les pueda dejar para vender y ganarse unos pesos: “No tengo hijos aun, primero hay que tener un patrimonio y que no haya virus, así no puedo pensar en un bebé con este oficio”.

Ella se introduce a estos recipientes en colonias donde busca al igual que su pareja, comida y material de reciclaje. Anden en Napateco, La Morena, Los Sabinos, Guadalupe, entre otras, donde la gente deja sus bolsas de basura al interior de los “contenedores” y dice “hay quien ni siquiera las cierra y echa hasta las jeringas y que tal si eso tiene el virus y nos contagiamos, uno no cuenta con seguro ni esas cosas, ni imaginarlo, pero sí nos hemos llevado sustos”.

Narra: “La otra vez le dio mucha tos, bien fea, de esa como seca, pero se fue a hacer la prueba rápida cuando antes estaba el módulo ahí en el jardín y salió negativo, fue un pánico tremendo y pues yo igual me la hice, pero gracias a Dios, nada. La pandemia no nos ha impedido a buscar entre la basura, el sustento”.

Para quien es originaria del Estado de México pero que desde hace unos años radica en esta ciudad, el tema no es nuevo, “allá igual me metía entre la basura, así he vivido pero antes no había pandemia, ahora sí, entonces pues el peligro es fuerte, una vez me corté y me pusieron una vacuna bien dolorosa, la del tétanos”