“Tener roles que por costumbres sociales son propias de una mujer, es difícil para un hombre, porque no se tienen muchos patrones de referencia, no habemos muchos padres solteros”,
Javier Lugo quien, desde hace más de 10 años, ha sido el encargado de la crianza de su hijo, hoy es ya un joven de 20 años.
El entrevistado aseguró que en muchas ocasiones enfrenta condiciones laborales desiguales, ya que a los hombres no se les otorga los mismos beneficios que a una madre: “Es más difícil que nos den un permiso en el trabajo, aunque sea por enfermedad de los hijos”.
Con su oficio de profesor de artes, es cómo ha podido salir adelante, señaló.
Javier es uno de los muchos padres que día con día desempeñan el doble rol dentro de un hogar.
“Trato de demostrarme a mí mismo y a mi hijo que a pesar de las adversidades, no hay excusas. Que podemos ser una familia aún sin la presencia cercana de su mamá y que aunque la sociedad nos vea como bichos raros, los padres solteros también podemos ser cabezas de familia sin una mujer al lado”, concluyó.