Para evitar que pollo muerto de dudosa procedencia sea puesto a la venta en establecimientos de Pachuca y municipios aledaños, se requiere contar con un centro de sacrificio y así habrá mayor seguridad del cárnico que se consume, planteó el titular de la Comisión estatal para la protección contra riesgos sanitarios (Copriseh), Luis Alberto Mercado Hernández.
En tanto el presidente de la Unión de introductores y detallistas de pollo de Hidalgo, Miguel Ángel Márquez Escorcia, solicitó filtros zoosanitarios en las carreteras que comunican a la entidad con Puebla y Estado de México, de donde señaló ingresa el producto sin cumplir con las condiciones de sanidad y no es de calidad, el funcionario estatal informó al respecto.
No es facultad de la Copriseh instalar casetas fitozoosanitarias para inspeccionar y revisar el pollo muerto que se traslada por vía terrestre desde otros lugares, les corresponde únicamente supervisar el que expenden en las pollerías.
Sería tarea de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), atender la petición del líder, refirió.
Por su parte, sugirió que deben crear un rastro avícola, que podría gestionar Miguel Ángel Márquez antes las autoridades pertinentes.
Mientras, informó que para contrarrestar la venta sospechosa del cárnico a los consumidores de Pachuca y zona conurbada, realizan inspecciones y en lo que va del año en la capital de Hidalgo han suspendido temporalmente siete locales en los cuales, la mayoría no pudo demostrar el origen de su cárnico o comprobar mediante una factura o documento de a quién se lo compró.
Hasta que se regularicen, de ese y otras observaciones detectadas durante la inspección, podrán reanudar actividades, de lo contrario seguirá sin abrir, puede pasar que abran en otro lugar su negocio y ahí también la Copriseh intervendrá puesto que los operativos son permanentes.
Otra forma de combatir la venta de pollo muerto que no cumpla las condiciones para consumo humano, es la capacitación e información de los puntos que revisa la Copriseh a esos locales, como la que solicitó la Unión de introductores y detallistas de pollo de Hidalgo, para que cumplan y ofrezcan calidad del cárnico y de servicio, así se diferencian y se traduce en confianza de sus clientes y consumidores, resaltó.
Entre lo que piden los inspectores, es que el dueño o expendedor del pollo muestre su comprobante de compra de la mercancía, sino cuenta con él, en ese momento se procede al aseguramiento de los animales muertos y su inmediata destrucción porque representan un riesgo sanitario para los consumidores, explicó.
El ejemplo más inmediato es que en diciembre en Tizayuca retiraron de los expendios tres mil kilos y el cierre temporal de siete establecimientos este 2024 en Pachuca, citó.
El hecho de no contar con el documento fiscal que ampara el origen del pollo, no es motivo para darle vista o intervención a la Sagarpa para que indagara de dónde lo trajeron, respondió Alberto Mercado.
Por ello, reiteró que para ejercer un control sobre la carne avícola que consumen los pachuqueños y de municipios alrededor, se cuente con un centro de sacrificio, y desde ahí saldría a los locales y no como sucede ahora que lo trasladan desde otros lugares que como denunció Miguel Márquez, les representa competencia desleal porque llegan a venderlo más barato y kilos incompletos.