La ozonoterapia debería estar incluida en los servicios básicos del sector salud público del país, su uso en las personas sería a nivel preventivo y ayuda a cicatrizar en lesiones leves y equilibra la respuesta del sistema inmune cuando está alterada, afirmó la químico farmacobióloga, Rossana Inés Castellanos Oliveros.
Habitante de Veracruz, ella estará en Pachuca la próxima semana difundiendo los beneficios de aplicar ozono en el cuerpo humano, que inició en el mundo cuando estalló la Segunda Guerra Mundial y en Alemania y Cuba es exitosa, como en otros países de Europa, subrayó.
Precisamente en Cuba, es parte de la medicina gratuita que brinda a la población el gobierno, ahí se ubica el Centro de Investigaciones del Ozono, de reconocimiento internacional y donde realizó una especialidad, destacó.
Ella propuso en su estado natal un protocolo de uso de la ozonoterapia para el sector salud del gobierno, para tratamientos de lesiones de bajo grado entre otros, pero le contestaron que debía buscar financiamiento y eso “solo lo otorga las empresas farmacéuticas” y le sacarían más provecho en el ámbito privado que público, por lo cual desistió en su proyecto.
En pacientes con cáncer, ayuda a que el organismo se recupere después de una quimioterapia; contribuye a la oxigenación de los tejidos, mejorando la circulación venosa y arterial, es antioxidante, desinflama y ayuda en el pie diabético.
“En mi caso y respetando los valores éticos, porque no soy médico, cuando detectó que hay una lesión de alto grado o requieren a un especialista los canalizó, los refiero con los médicos indicados”, comentó quien lleva 30 años trabajando en la salud de la mujer.
Si se aplica aceite ionizado al 30% de ozono en las llagas, acelera la cicatrización, agregó.
En la colitis por estrés es de excelentes resultados, “tiene alta demanda”.
La ozonoterapia no es “milagrosa”, no cura el VIH o el cáncer, pero en casos como el Virus del papiloma Humana destaca su uso por ayudar a cicatrizar, apuntó, y no son caras las sesiones, por ello reiteró que debería incluirse en los servicios de salud pública por sus efectos positivos.