Dentro de parques, plazas y jardines de la capital hidalguense se encuentran más de 30 fuentes que pueden ser admiradas en cuanto a su arquitectura y que sirven para pasar un buen rato acompañado de familia, amigos y pareja, así que si buscas sitios tranquilos en donde disfrutar de un helado, una charla o refrescarte un poco ante el calor, estos espacios son la mejor opción.
Con la intención de embellecer el espacio urbano, en la ciudad se encuentran pequeñas fuentes simples, circulares de distintos niveles, como la localizada en el Jardín del Arte en el centro histórico de la ciudad, donde sobresalen seis esculturas en forma de rana que lanzan chorros de agua.
Otra, ubicada en Parque Pasteur, de cuatro niveles o la del Jardín Colón, que se sitúa enfrente del exconvento de San Francisco.
Existen otras de uso decorativo, como las florales, que en lugar de agua tienen plantas ornamentales, como la situada en Plaza Bartolomé de Medina frente del Centro Estatal de Artes y el Centro INAH Hidalgo, a un costado del exconvento de San Francisco o la del cruce de la Avenida San Javier con la Calle Valle Viejo.
O las monumentales, que son las más grandes de la capital, como la fuente Milenio, que es una escultura elaborada por Byron Gálvez de doce metros de altura y que fue producida para celebrar el milenio en diciembre de 1999 y que se ubica frente a la entrada del Instituto Tecnológico de Pachuca, en el bulevar Felipe Ángeles.
La circular de Parque Hidalgo, que en la parte central tiene una escultura dedicada a la diosa Hera, hecha en bronce, donada por España en 1910 con motivo del Centenario de la Independencia Mexicana o la de cuatro niveles con un pequeño jardín a su alrededor; se localizada en el cruce de la Avenida San Javier con el bulevar Colosio, a un costado del distribuidor vial Bicentenario.
Además, la ciudad cuenta con algunas fuentes luminosas, como la ubicada frente al Jardín del Arte en el camellón de Avenida Revolución; otra en una explanada con bancas alrededor del camellón de Avenida Constitución o la situada en un parque público de la colonia Maestranza.
En la antigüedad, este tipo de elementos se encontraban en plazas y lugares céntricos para que la sociedad se abasteciera de agua o para que los animales calmaran su sed, por lo que solían ser lugares de encuentro para la sociedad.