El calendario electoral de Estados Unidos, en 2024 eligen presidente, provocó que cobrara relevancia la ley Lone Star que entró en vigor en marzo de 2021, sobre la recompensa que ofrece el gobierno de Texas de hasta cinco mil dólares (90 mil pesos aproximadamente) a quien denuncie la presencia de personas indocumentadas en la entidad.
Así lo consideró el director de Atención al Migrante del gobierno estatal, Manuel Aranda, quien opinó que la medida tiene un “perfil racial” y en “síntesis es una agenda de odio”, que está siendo retomada por los republicanos de Texas en evidente crítica al mandatario Joe Biden, por su falta de una política para frenar el cruce ilegal hacia ese país.
Aunque la ley y su recompensa está enfocada en localizar las “casas de crimen”, como definen a las viviendas donde se refugian los indocumentados luego de cruzar la frontera de Texas con México, también incluye aportar datos para localizar a los migrantes que llevan tiempo en el territorio de ese estado, informó.
Este mes la prensa estadounidense ha dado a conocer la disposición, lo que no es una señal de que es nueva, como lo indicó está vigente desde marzo de 2021.
Al asumir el cargo en septiembre pasado, Manuel Aranda no tiene algún registro de un paisano que haya solicitado al gobierno del estado apoyo porque haya sido deportado producto de esa ley y pretendiera regresar a Hidalgo, a su tierra natal. Mucho menos casos masivos.
Apuntó que este tipo de medidas antiinmigrantes “son las que le redituaron votos cuando ganó Dolnald Trump, la presidencia”, de ahí que nuevamente tomara notoriedad la Ley Lone Star para ganar adeptos entre los texanos y debilitar a los demócratas y a Biden en su carrera por la eventual reelección.