En las instalaciones de la Basílica Menor de Santa María de Guadalupe en Pachuca, se ofreció una misa a favor de médicos, enfermeras y diverso personal de salud.
En punto de las 8 de la mañana, feligreses y trabajadores de diversas áreas de la salud, se dieron cita en la Basílica Pachuqueña, mejor conocida como 'La Villita'.
En este mes, la iglesia celebra la trigésima primera jornada mundial del enfermo en torno a la fiesta litúrgica de la señora de Lourdes, por ello, los creyentes se unieron en oración por los enfermos y por el personal que los atiende:
"Andamos promoviendo la salud del alma y del cuerpo, reconozcamos nuestros pecados y pidamos a Dios perdón", dijo, Domingo Díaz Martínez, Arzobispo de la Arquidiócesis de Tulancingo.
El religioso comentó que si la sal pierde su sabor, no sirve de nada y que cuando se enciende una vela, se enciende sobre un candelero, para que alumbre más: "El señor quiere que nosotros seamos la sal de la tierra, la luz del mundo", expresó.
En ese sentido, detalló que los feligreses deben decir cosas buenas y palabras de ánimo: "Hay que decir la verdad, hay que orar, cantar...con nuestras manos podemos ser luz del mundo, con nuestro corazón, tenemos que serlo", explicó.
El recinto religioso fue testigo de la eucaristía en torno a la salud, por lo que el arzobispo instó a los asistentes a ser 'luz del mundo' con obras de caridad y misericordia.