Hay alternativas sustentables y sostenibles para apoyar a los productores y el campo de las consecuencias del Covid-19 y de la falta de agua en presas, como las residuales, que generan los hogares y la industria, afirmó Alejandra Rodríguez Gómez, presidenta del Colegio de Ingenieros Agrónomos de Hidalgo.
“El 80% de la población dependemos de lo que compramos no de lo que producimos, por eso hay que crear modelos de desarrollo regional que les permitan a los campesinos seguir con su histórica e indispensable actividad para toda la humanidad: producir los alimentos que consumimos para mantenernos vivos”.
Desde utilizar insumos como semillas, fertilizantes y antiplagas, entre otros, que sean biodegradables o amigables con el medio, pasando por granjas de agua pluvial y hasta hortalizas o huertos de traspatio, contribuyendo a reconfigurar la agricultura en tiempos de la pandemia por el nuevo coronavirus.
Resaltó que es momento de plantear el consumo local, abandonar la globalización de los mercados que desplazaron a los pequeños productores, porque el modelo de consumismo ya no será el mismo, si “volteamos y compramos a nivel regional, rescataremos la economía local, que tanto necesita de nosotros en estos momentos”.
Olvidar la agricultura extensiva que consume grandes cantidades de agroquímicos y ha contaminado el ambiente, debe modificarse, reiteró.
Somos el quinto país en el mundo rico en biodiversidad, pero de los primeros en diabetes y enfermedades coronarias “por la mala alimentación”, cuando podríamos alimentarnos nutritivamente, “pero lo cambiamos por la comida chatarra”.
Hay que dejar el consumismo que repercute en la actividad humana y en el daño ambiental, hoy se puede comprobar cuánto contaminamos y “la naturaleza nos muestra la belleza del mundo” si dejamos de hacerlo, reflexionó.