Nuevamente las áreas de vinos, licores y cervezas se llenaron de esos productos en las tiendas mayoristas, minoristas y a detalle. Desde el lunes en la capital de Hidalgo su precio fluctúa en los negocios que no pertenecen a las grandes cadenas comerciales, prestándose a la especulación y el sobreprecio.
Con letreros en cartulinas fosforescentes o que atraen la mirada de los peatones, especialmente de los aficionados a las bebidas embriagantes, colocadas afuera de los “changarros” informan a la clientela que nuevamente están a la venta.
Aproximadamente tres meses, al menos en Pachuca, se ordenó retirar de la vista de los consumidores o prohibió su comercialización, en razón de las medidas sanitarias por el Covid-19.
Eso no evitó que en el caso de los popularmente conocidos como “changarros”, se vendieran clandestinamente y a sobreprecio las cervezas y el vino en botella cerrada, sobre todo, en locales alejados del centro de Pachuca y que no fueron supervisados por la autoridad.
En un recorrido a una tienda departamental ubicada en la esquina que forman la avenida Revolución y el bulevar Everardo Márquez, se constató el surtido y variedad de las bebidas con alcohol.
Tanto en ese lugar como en las tiendas de conveniencia no hay restricción para el cliente en cuanto a una cantidad límite de compra.