“Es todo un pesar. Nos sentimos tristes por la pérdida de esta hermosa Catedral de Notre Dame de París, Patrimonio de la Humanidad”, dijo visiblemente consternado monseñor Domingo Díaz Martínez, al término de la Misa Crismal.
El arzobispo de la Arquidiócesis de Tulancingo se sumó al llamado del papa Francisco, quien lamentó la pérdida del espacio histórico tras el incendio ocurrido el lunes.
Un recinto eclesiástico con más de ocho siglos de vida, y que de las llamas se salvaron importantes reliquias como la Corona de Espinas de Jesús, así como la Túnica de San Luis.
El entrevistado mencionó: “Nuestra solidaridad para todos los fieles de esa Diócesis, para el pueblo de París, de toda Francia y el mundo”.
Notre Dame era un gran testimonio de fe y una gran joya arquitectónica, precisó. “Vamos a levantar esa Catedral y a otras en el mundo, porque tenemos valores”.
Domingo Díaz señaló: “Hay que rehacer esa Catedral con nuestra generosidad, buena voluntad, solidaridad, valores y sentimientos”.
Agregó que fue una pérdida, pero algo que se debe recordar, insistió, es que son “bienes materiales, los espirituales aún los tenemos.
“Los bienes espirituales permanecen y con ellos nos toca reponer eso y algo más”.
Cuestionado si enviarán apoyos económicos para la reconstrucción de Notre Dame, subrayó que esperarán lo que indique el Santo Padre desde El Vaticano o la comunidad católica de París para poder sumarse a los trabajos, finalizó el prelado eclesiástico.