“Nosotros no buscamos privilegios. La Iglesia no busca el poder, pues estamos para servir, no necesitaríamos una concesión de televisión para llegar a la gente; pero si se nos abren las puertas, sería para servir no sería como un negocio”, dijo el Arzobispo de la Arquidiócesis de Tulancingo, Domingo Díaz Martínez, luego de que el mandatario Andrés Manuel López Obrador, a través de la Secretaría de Gobernación, prevé, una iniciativa de reforma a la Ley de Asociaciones Religiosas y Culto Público para que las Iglesias puedan ser concesionarias de canales de televisión y radio pública, a fin de que difundan valores morales.
Y es que el Presidente de México, solicitó a la Confraternidad Nacional de Iglesias Cristianas Evangélicas que lo ayuden en emitir mensajes para frenar el consumo de drogas, tema que para los católicos, por cierto, no es nuevo.
Desde hace tiempo, trabajan en la lucha contra las adicciones y otros temas, como lo ha realizado el Prelado Don Domingo Díaz Martínez en su calidad de presidente de la Comisión Episcopal de la Pastoral de la Salud, de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM).
El entrevistado en su casa Arzobispal sostuvo: “Ojalá el Señor Presidente sea muy cuidadoso y respetuoso con la Constitución y con el pueblo”.
“Debe hacer las cosas bien y en orden. Y que no caiga en contradicciones, que sea respetuoso de las Leyes”
Agregó desde la Sede de la Provincia Eclesiástica de Tulancingo: “Si él confía en esas personas, pues es su decisión”.
Ellos, dijo Monseñor, continuarán haciendo lo suyo como Iglesia “y cuando nos pida un consejo se lo daremos”.
“Que abra la puerta para que haya concesiones, ya sea a la Iglesia o sectas, para difundir la religión o su ideología, está bien, que la abra, pero se compromete. Entonces tendría que reformar la Constitución”.
La Constitución, finalizó Díaz Martínez, estable que hay separación de Iglesia y Estado; “se tienen que hacer las cosas bien y en orden”.