Como parte del programa Artemisa, la NASA planea enviar su primer robot móvil a la Luna a finales de 2023 en busca de hielo y otros recursos en y debajo de la superficie lunar, a fin de lograr una presencia humana sostenible.
Los datos del rover de exploración, llamado VIPER, ayudarían a la Agencia a mapear los recursos en el polo sur lunar, por lo que el diseño del rover requiere el uso de los primeros faros de un vehículo lunar para explorar las regiones en sombra permanente.
Estas áreas no han visto la luz del Sol en miles de millones de años y son algunos de los puntos más fríos del sistema solar.
Al funcionar con energía solar, VIPER deberá maniobrar rápidamente alrededor de los cambios extremos de luz y oscuridad en el polo sur lunar.
Además, el rover explorará los cráteres lunares utilizando un conjunto especializado de ruedas y un sistema de suspensión para cubrir una variedad de pendientes y tipos de suelo, diseño que mejora significativamente un antiguo concepto robótico para prospectar la Luna llamado Resource Prospector, que la NASA canceló a principios de 2018.
Desde entonces, la duración de la misión VIPER se extendió de uno a tres días lunares (100 días terrestres), evolución que aumentó las capacidades científicas, lo que permite una mayor recopilación de datos en la superficie lunar.