De los 900 ferieros, cerca del 30 por ciento de los agremiados pertenecientes a la Unión de Pequeños Comerciantes de Feria, Fiestas Populares y Eventos Religiosos, fallecieron a causa de Covid-19, durante el tiempo que lleva la pandemia, informó Jaime Francisco Cano Nieto, secretario general.
El representante de la unión especificó que antes de que se declarara la pandemia del virus Sars Cov 2 en México, el gremio al que representa contaba con 900 miembros entre los cuatro municipios que la integran: Tulancingo, Tula, Huejutla y Pachuca, de los cuales, fallecieron aproximadamente 270 agremiados.
Del total de fallecimientos, los originarios de Tulancingo fueron los que mayormente murieron, seguido de Pachuca y Huejutla, principalmente personas jóvenes. ”Los compañeros de 20 a 40 años de edad fueron los que más fallecieron”.
Aunque cada uno de los compañeros que fallecieron dejaron un vacío irreparable en la asoción, los lugares que estos dejaron ya han sido ocupados, principalmente por familiares de los difuntos; por lo mismo y con la nula economía, no se les cobra cuota a quienes demuestren que hubo perdida humana por el Coronavirus.
En ese sentido, Cano Nieto, indicó que suspender las ferias patronales por no ser actividades esenciales, representó para el gremio una economía casi en cero, por lo que muchos tuvieron que endeudarse para salir adelante o cambiar de giro.
Por lo mismo, algunos integrantes de la unión se vieron obligados a cambiar de giro, por lo que, para la edición de la feria en honor a Nuestra Señora de los Ángeles, cerca del 10 por ciento de los 380 que participaban en la festividad, cambiaron de giro y no acudieron a la feria.
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Respecto a la reactivación económica, refirió que la feria de Tulancingo es el detonante para augurar la producción de las otras, “Tulancingo es la feria más fuerte para los ferieros, en mi cuestión de de derrama económica es primero Tulancingo, Tula, Huejutla y Pachuca”, concluyó.