Margarita Gálvez Grimaldo, empresaria, logró a nivel nacional lo que ninguna inversionista hidalguense, mujer, ha podido alcanzar, hasta este momento: Ser vicepresidenta de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra) y, al mismo tiempo, presidenta de la Comisión Nacional de Mujeres Industriales.
Con la humildad que la caracteriza, responde: “Al igual que los hombres, nosotras no tenemos límites. Podemos lograr lo que nos propongamos”.
Se siente satisfecha por los logros alcanzados, pero más, dice, porque traza un nuevo camino para las empresarias hidalguenses.
Querer es poder, señala, porque no tenemos límites, únicamente los que nosotras mismas nos tracemos.
De la situación actual de la mujer, así como de las mamás en el sector privado, señala: “Siempre hemos sido punta de lanza, tanto en el hogar como en lo profesional, y ahora más en lo empresarial”.
Informa que, prueba de ello, es que en la actualidad de cada diez empresarios exitosos, tres o cuatro son mujeres.
Argumenta que como mujeres, poseen grandes “dones” que pocos hombres tienen, como ser muy organizadas, detallistas, cumplidas y buenas administradoras
“En una empresa, son factores esenciales para alcanzar el éxito, porque está en riesgo su capital económico, y muchas veces, el patrimonio familiar”, sostiene.
Gálvez Grimaldo, ex presidenta de Canacintra Pachuca, afirma que la mujer no sólo ha tenido que ser jefa de familia, o “señora del hogar”, sino que hoy es dueña, directiva o representante empresarial.
Algo que, agrega, era difícil de imaginar, hace solamente diez años.
“Hoy hemos integrado agrupaciones no sólo que nos respaldan, sino que nos capacitan, para poder ser exitosas, dentro y fuera del hogar”, concluye.