Muere Ludmila Holkova, la checa más mexicana que vivió en Tepeapulco

Su amor por México vivirá por siempre a través de su trabajo literario

Gustavo Vargas / El Sol de Hidalgo 

  · viernes 22 de noviembre de 2024

Ludmila Holkova nació un 23 de febrero de 1933 en Praga, República Checa. | Gustavo Vargas / El Sol de Hidalgo

La madrugada de este viernes 22 de noviembre murió Ludmila Holkova, a los 91 años, de origen checo, quien se estableció durante casi 60 años en Tepeapulco, Hidalgo.

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Llegó a Ciudad Sahagún acompañada de su esposo en 1965, como una incansable promotora de la cultura en torno a los pueblos indígenas y prehispánicos y una de las más grandes difusoras del patrimonio documental en Tepeapulco.

La investigadora, escritora y traductora de origen checo se enamoró de nuestro país y su cultura, por lo que se sumó a diversos proyectos en pro de la difusión del arte y la historia, y desde hace poco más de cinco años se integró a la agrupación Miguel León Portilla, donde trabajó incansablemente en la conformación de un proyecto para la creación de un Centro de Estudios de la Cultura Náhuatl.

¿Quién fue Ludmila Holkova?

Holkova nació un 23 de febrero de 1933 en Praga, República Checa. Egresó de la Universidad Tecnológica en Praga en 1958 y trabajó por siete años en la investigación química industrial en el Complejo Químico, Moravské Chemické Závody, Ostrava.

El trabajo de Ludmila Holkova Oborna no solo ha tenido aportaciones para el ámbito cultural, sino también científico

Fue gracias a sus conocimientos que, acompañada por su esposo, ingeniero en Sistemas, llegó a Ciudad Sahagún, donde de 1968 a 1996 se incorporó a la Secretaría de Educación Pública, a través del Subsistema de la Dirección General de Educación Tecnológica Industrial donde impartió clases de Química,

Asesoró trabajos de investigación y ocupó diversos puestos administrativos también se incorporó a la educación privada y superior en diversos municipios del estado.

De 1999 a 2009 colaboró con la Casa de Cultura de Tepeapulco y la comunidad sahagunense en la promoción de la obra de Fray Bernardino de Sahagún, fue autora de seis libros y de innumerables traducciones del español al checo y viceversa, entre los que destacan: Poesía de Nezahualcóyotl; Huehuetlahtolli; Porque los indios temen el canto del búho; El coyote y el tlacuache y otros cuentos mexicanos y Visión de los Vencidos.

La autonombrada como “La checa más mexicana”, obtuvo decenas de galardones como el distintivo Benito Pablo Juárez García 2006-2007, por la Fundación Colosio; la Medalla Leona Vicario, 2016, por Colectivo Nacional de Sororidad; la Medalla de Alfonso Lujambio, por la Unión Nacional de Padres de Familia y la Medalla Águila Azteca en 2019 por la Presidencia de la República de México.

En coordinación con Claudia Islas Méndez y Ricardo Delgadillo conformó la fundación Miguel León Portilla Que desde 2017 propone a diferentes organismos de los tres órdenes de gobierno construir un espacio para la enseñanza del idioma y la cultura náhuatl, así como de una biblioteca que llevaría el nombre de Fray Bernardino de Sahagún.

Gracias a las gestiones que realizó, en 2020 diversos intelectuales, así como promotores del arte y cultura donaron más de ocho mil libros a la agrupación, los cuales serían concedidos una vez que se habilite, construya o designe el edificio que albergaría este centro de estudios.

Cabe señalar que entre las acciones más recientes que realizó con la agrupación se encuentra la realización de un ciclo de conferencias denominado “Diálogo entre Naciones”, en el que participó con diversos ponentes originarios de Europa.

Algunos de los temas centrales en los que basó sus últimos años de investigación fueron relacionados a las obras de Fray Bernardino de Sahagún, Miguel León Portilla y sus respectivas concepciones antropológico-lingüísticas.