En pleno siglo XXI, en las calles de Tulancingo, se aprecian comerciantes de venden amuletos.
Las protecciones y amuletos contra el mal de ojo se suelen tener en casa para neutralizar la energía negativa.
“La gente aún los compra, muchos vienen en busca de protección contra el mal de ojo, la envidia, o buscándola buena suerte”, expresó Benjamín Guzmán.
Las más comunes son las bolsitas o pulseras, elaboradas con hilo en color rojo o negro, las pulseras contienen un “ojo de Albania o Turco”, o la imagen de algún santo como San Benito, San Ignacio de Loyola, por ejemplo.
Comentó que el propósitos de estos amuletos es la protección física y psíquica de la persona, pero también para encontrar el amor y tener amor hacia uno mismo, limpiar la negatividad de las personas y casas, para prevenir la salud, incluso, para tener suerte y dinero, etcétera.
Hay quienes opinan que cuando se habla de este tipo de objetos no se alude especialmente a algo que se use para tener buena suerte en la vida o protección, pues muchas veces puede ser una especie de elemento que levanta los ánimos del portador o le hace sentir protegido de manera espiritual.
Lo cierto es que esta es una añeja práctica en la que muchas personas aún confían.