TULA DE ALLENDE, Hgo.- Basta de administrar la destrucción ambiental en la región tolteca, ya que hay mucha contaminación aquí en el aire, agua y tierra y que afecta la salud de los pobladores.
Debido a las condiciones ambientales y contaminación producto de las descargas de las aguas residuales de la zona metropolitana así como de las industrias de mayor contaminación como son la termoeléctrica Francisco Pérez Ríos, refinería Miguel Hidalgo, cementeras, caleras y el resto de las industrias asentadas en los municipios de Tula de Allende, Atitalaquía y Tepeji del Río, es urgente que los tres niveles de gobierno, principalmente el federal, dejen de administrar la destrucción ambiental en esta región.
En esos términos se expresó, ayer, el representante de la Sociedad Ecologista Hidalguense en la región Tula-Tepeji, Gerardo Castillo García, quien agregó que derivado a la grave contaminación las enfermedades más comunes que afectan a los pobladores son entre algunas cáncer, respiratorias agudas, Alhzaimer y Parkirson.
“Los más perjudicados por la contaminación son niños y adultos mayores y a la región tolteca le urge una declaratoria de emergencia ambiental y normas especiales que regulen a todas las industrias instaladas en esta zona de la entidad” señaló el entrevistado.
Aseguró que lo que más contamina aquí es el combustóleo el cual produce bióxido de azufre que contiene partículas PM-10 y PM-2.5, las cuales son tan finas que entran a los alvéolos pulmonares y posteriormente al torrente sanguíneo que son los que producen a los humanos las mencionadas enfermedades.
Gerardo Castillo precisó que desde hace décadas, varios organismos entre ellos la Organización de las Naciones Unidas (ONU) nombraron a esta región de Hidalgo como la más contaminada del planeta.
Por esta razón, dijo, los habitantes están luchando por preservar el ecosistema de esta región que es el Río Tula que a pesar de su contaminación en las aguas es un ecosistema vivo y que al convertirlo en un canal solamente va a provocar el doble de contaminación por las aguas residuales.
“La obra del Río Tula no garantiza que esta ciudad se vuelva a inundar, por lo que se insiste en que además de ser una obra ilegal solo va a perjudicar el medio ambiente aquí al destruir el ecosistema y la solución para que Tula no se vuelva a inundar como primer etapa es que las presas Requena y Endhó no rebasen el sesenta por ciento de su capacidad, para que en caso de una verdadera contingencia de la naturaleza se pueda almacenar y detener el exceso de agua previniendo con esto la inundación de las zonas urbanas” citó el entrevistado.
Finalizó diciendo que en caso de instalarse más industrias en esta zona de Hidalgo significaría más contaminación y enfermedades, además de muertes prematuras las cuales oscilan en catorce mil seiscientas anuales, según un estudio del propio gobierno federal.