Después de dos semanas del paso destructivo Huracán categoría cuatro “Ian”, por el sureste de Estados Unidos, migrantes indígenas Hñahñu que trabajan en la industria de la construcción como ilegales en el país vecino del norte, reportan la disminución del 50% de sus ingresos.

Señaló en entrevista para este diario Eduardo Francisco, migrante mexicano que radica en la ciudad de Kissimmee, Florida, EEUU, y se dedica al Plastering (termino que se les da a los trabajadores de la construcción de exteriores en acabados de las casas).

Quien explicó que antes del catastrófico fenómeno climatológico que inundó varias ciudades y dejó tras su paso muerte, destrucción y perdidas económicas, él trabajaba seis días a la semana lo que le permitía ingresar de 60 a 70 horas, con una ganancia neta de mil dólares, en contraste en la actualidad las condiciones sólo le permiten laborar tres días semanales, lo que le significa recaudar 500 dólares en el mismo periodo.

“Hoy trabajamos cuando hay, cuando nos habla el contratista, aprovechamos cuando hay trabajo, y el resto de la semana sólo nos queda esperar” mencionó preocupado el migrante indígena.

Situación que ha ocasionado que sus ingresos en dólares así como las remesas que envía a su familia en México se han visto mermados a la mitad, ya que además de ser el pilar económico de su familia, también tiene que pagar allá en el Norte, alquiler, comida, renta, viáticos y gastos de transporte.

En contexto según el Banco de México (Banxico) el tipo de cambio al 16 de octubre del 2022 se reporta en 20.07 peso mexicanos por cada dólar. En una operación aritmética se tiene como resultado que 1 mil dólares equivale a 20 mil 070 pesos mexicanos.

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En promedio Eduardo enviaba a su familia cada semana 400 dólares lo que representa 8 mil 028 peso mexicanos, ahora envía sólo 200 dólares; recursos que son el sostén de sus hijos y esposa, quienes se han visto afectados.