Atitalaquia, Hgo.-Durante los últimos meses se ha presentado el fenómeno migratorio de personas de sesenta años de edad o más que comenzaron a emigrar hacia los Estados Unidos de Norteamérica y que provienen de distintos países de Centroamérica.
Sin embargo, no se sabe el motivo o razón tan fuerte que tengan para abandonar su país natal y dirigirse al vecino país del norte en busca del llamado “sueño americano”.
En esos términos se expresó, ayer, la coordinadora de la Casa del Samaritano, María Luisa Silverio Cruz, quien agregó que otra singular situación que se ha presentado últimamente es que pasan familias completas de migrantes venezolanos con niños que han nacido en los países de Perú, Chile o Colombia por la comunidad Bojay de Atitalaquia y que se dirigen a la Unión Americana.
“Algunos migrantes venezolanos llegan aquí a la Casa del Samaritano donde reciben gratuitamente comida, ropa, medicinas y otros artículos personales, además de que se pueden asear y realizar llamadas telefónica o en algunos casos cuando lo requieren se les proporciona atención médica. Esta población aumentó hasta el ochenta por ciento” señaló la entrevistada.
Refirió que la mayoría de migrantes piensa llegar hasta los Estados Unidos de Norteamérica y no quedarse en México, ya que solamente usan este país de tránsito.
La también religiosa comentó que actualmente se atiende un promedio de 480 a 600 a personas migrantes al mes en la Casa del Samaritano lo cual es poco pues anteriormente se atendían entre 900 a mil 300 migrantes durante el mismo periodo.
Precisó que los extranjeros provienen de diversos países como son Venezuela, Honduras, Nicaragua, Guatemala, Colombia y Chile y otros pocos más son nativos de China, África y La India, quienes solo pasan momentáneamente al mencionado lugar y continúan su camino.
María Luisa Silverio indicó que la Casa del Samaritano tiene once años funcionando para apoyar a los migrantes en tránsito y la sociedad civil la apoya así como la Diócesis de Tula a través de diferentes parroquias, la iglesia católica alemana, Caritas Mexicana y algunos organismos como el Comité Internacional de la Cruz Roja, Médicos Sin Fronteras y universidades La Salle, Iberoamericana y UAM de Cuajimalpa.
“Nosotras somos hermanas de la Congregación de los Sagrados Corazones y pertenecemos a la Red de Documentación de las Organizaciones Defensoras de Migrantes que tiene 24 albergues en el país” indicó la religiosa.
Aseguró que dentro de las labores humanitarias que realizan en la mencionada casa acompañan a las personas migrantes accidentadas en el tren hasta que son canalizadas a otras organizaciones para su atención o lo que requieran, como es el caso de los dos migrantes que resultaron lesionados en igual número de accidentes registrados en los últimos dos meses.
La entrevistada, dijo que en más de una década se han atendido a aproximadamente 21 mil personas extranjeras en este espacio localizado en las inmediaciones de la comunidad Bojay de Atitalaquía y también a la población migrante en Tequisquiac del vecino Estado de México.
El promedio de edad de los migrantes es de 17 a 34 años en el 70 por ciento y la mayoría busca el “sueño americano”, citó la coordinadora de la Casa del Samaritano.
Finalmente, invitó a la población de esta región a que pueda donar artículos en buen estado, medicinas, agua embotellada y alimentos no perecederos.