La difícil situación económica que enfrentan miles personas de origen indígena del Valle del Mezquital, los ha obligado a migrar para encontrar un mejor porvenir, una acción temeraria la de cruzar hacia los Estados Unidos, pues algunos han encontrado la muerte, otros la cárcel y apenas unos cuántos consiguen alcanzar el “Sueño Americano”.

Lorenzo Álvarez, migrante del municipio de Ixmiquilpan, partió desde los 16 años a Estados Unidos para ayudar a su familia, logró burlar los controles de seguridad en la frontera y llegar con bien a Carolina del Norte para trabajar en el estuco o albañilería.

En la actualidad, lleva 10 años en el vecino del norte, y en su comunidad de origen ha construido una casa tipo californiano. Además, mandó una troca con doble cabina para el uso agrícola de sus papás, quienes se dedican a la cosecha del maíz y en años recientes han construido naves de invernaderos.

El camino hacia EU, comienza cuando piden prestados hasta 10 mil dólares o venden sus pertenencias para el pago del “coyote”, muchos de los migrantes dejan a sus familias, sin saber si las volverán a ver.

Lorenzo tiene la fortuna de tener a sus hermanos en Estados Unidos, quienes emigraron antes que él y fueron quienes le prestaron los dólares suficientes para poder llegar al “gabacho”.

Después de cruzar el desierto o el río Bravo, aún deben caminar durante días para evadir a la Patrulla Fronteriza, y finalmente llegar a establecerse en alguno de los 50 estados de EU, donde comienzan a trabajar para pagar sus deudas o préstamos.

Una de las prioridades de los migrantes de origen hñahñu es la de construir un hogar en sus pueblos para sus familias, así como adquirir una camioneta, la que mandan a la primera oportunidad a su lugares de origen.

Estas camionetas entran por la frontera norte a territorio mexicano con un permiso temporal de algunos meses. Estos automóviles son, en su mayoría, camionetas usadas.

Son utilizadas para labores del campo, en el acarreo del jitomate, la siembra del maíz, el riego de sus parcelas, la carga de las pacas de alfalfa, entre otras actividades, ya que pueden acceder con mayor facilidad a los caminos agrestes de terracería, donde un carro compacto se atascaría.

Las trocas circulan sin placas o papeles de manera irregular en el Valle del Mezquital, sin embargo no salen de esta región por miedo a que puedan ser detenidos y acusados de tráfico de automóviles o que sus unidades sean retenidas, remitidas o decomisadas por las autoridades competentes.

Juan Álvarez se enteró de la legalización de carros americanos vía redes sociales, por lo que le ha pedido a sus papás que junten los papeles de su camioneta para intentar legalizarla.

El pasado 3 de julio de 2023, el gobierno de Hidalgo anunció que legalizará los carros americanos con una estadía en la entidad desde el 19 de octubre de 2019 hacia atrás y como tope el modelo del auto debe ser del año 2017, cumpliendo igual con los siguientes requisitos:

- Acreditar la propiedad

- Presentar una identificación oficial vigente

- Comprobante de domicilio

- Comprobante de pago expedido por la Secretaría de Hacienda

- Llevar el auto de forma física para la debida inspección.

Aunado a esto, para legalizar la unidad, se debe pagar un monto de 2 mil 500 pesos.