Pese a que en los últimos años se duplicó la cifra de mujeres que amamantan a sus bebés en los primeros seis meses de vida, México sigue rezagado en la materia a nivel internacional, por lo que se requiere de la participación de la sociedad para ayudar a las nuevas madres a fin de que sus hijos crezcan sanos y fuertes, coinciden especialistas de la UNAM.
Producida de manera natural, la leche materna es un alimento exclusivamente para el ser humano el cual aporta proteínas que fortalecen el sistema inmunológico y bacterias intestinales benéficas para el organismo.
En el caso de la madre, la lactancia reduce la incidencia de casos de cáncer de mama o de ovarios, entre otros beneficios a la salud física y mental para ambos.
Aun cuando las recomendaciones de la OMS, Unicef, el Instituto Nacional de Salud Pública y demás organismos nacionales e internacionales sugieren realizar el contacto piel a piel (madre e hijo) al nacer, no separar los bebés de sus madres y proporcionar lactancia materna exclusiva directamente del pecho de la mamá, siguen registrándose casos en los cuales los separan y dan fórmulas de manera innecesaria, especialmente ante el Covid-19.
Para la organizadora en nuestro país de la Fiesta Mexicana de la Lactancia+ The Big Latch on, en conjunto con Unicef, compete a todos saber de lactancia para modificar las tasas a nivel nacional y “apoyar a una madre que sale a trabajar, que necesita un extractor de leche, por ejemplo; todos podemos aportar”.