El escultor en metalistería Adolfo Cuellar, encontró su gusto por construir objetos y el de utilizar las herramientas que tenía a su alcance cuando tenía diez años, luego de que, al ver la película La Vuelta al Mundo en Ochenta Días, que protagonizará el extinto comediante Cantinflas, decidiera construir su propio globo utilizando trozos de papel.
Otra de sus trabajos trascendentales tuvo lugar cuando tenía trece años, en ese entonces creó su propia versión de un camión Dina, el cual presentó a un grupo de ingenieros, quienes, aseguró, años más tarde tomaron algunas de las ideas de su modelo a escala para utilizarlo en un vehículo que saldría a la venta años después.
Sin embargo, fue cuando comenzó a laborar con uno de sus familiares en la Ciudad de México, que encontró su verdadera pasión “la metalistería”, es decir, en el uso de piezas de hierro para construir esculturas.
“Esta técnica es considerada un arte y se usa tanto para producir y conformar con metales objetos utilitarios, decorativos o artísticos y comprende desde técnicas de fundido y labrado, hasta el uso de piezas de metal consideradas chatarra o en desuso como las que yo empleo para darles una nueva vida”.
Rememoró que fue cuando tenía alrededor de 18 años que comenzó a crear el conjunto de esculturas denominada “El Tlachiquero”; sin embargo, fueron otras piezas que lo llevaron a la fama, pues un reportero de una de las televisoras más reconocidas en el país, quien vio en su trabajo un tema de interés para compartirlo en el ámbito nacional.
Tiempo después, recibió una invitación para participar en una feria artesanal en Mérida, Yucatán, donde gracias a la calidad de su trabajo, el gobernador en turno, así como el curador del Museo de Arte Contemporáneo Ateneo de Yucatán MACAY, lo invitaron a exponer en ese recinto y derivado de ello su trabajo comenzó a difundirse en distintos puntos de la república.
Fue en 2012, que con apoyo del entonces alcalde de Tepeapulco Leoncio Pineda Godos, que concluyó el conjunto de esculturas de “El Tlachiquero”: una serie de piezas hechas de hierro que dibujan una clásica postal en esta región del Altiplano: un hombre con acocote en mano que camina con su burro cargado de castañas y su perro.
Esta obra, dijo, fue donada a Tepeapulco bajo la consigna de que permaneciera en la glorieta que se ubica a escasos metros del panteón.
No obstante, mencionó que, por un presunto conflicto de intereses políticos después de la administración de Alberto Franco, el posterior alcalde, Alfonso Delgadillo, retiró la obra, y a decir del artista la vendió al municipio de Emiliano Zapata; sin embargo, ante los reclamos del autor decidió devolvérsela, pero en mal estado.
Detalló que la actual alcaldesa Marisol Ortega, tampoco mostró interés en brindar un espacio digno a su obra, por lo que, luego de una charla con la Asamblea y la alcaldesa de Apan Guadalupe Muñoz, decidió donarla a este municipio.
A pesar de que a lo largo de su vida ha creado más de 300 piezas, muchas de ellas de gran tamaño; en Hidalgo, la escultura de El Tlachiquero, es su obra pública más reconocida.
Finalmente, mencionó que, el monumento al Charro, erigido en la explanada del jardín Municipal de Apan, la cual fue develada el pasado martes 6 de agosto en conmemoración de su 200 aniversario, es también una de las pocas esculturas que ha pintado y que además de rendir un homenaje a la Cuna de la Charrería, es también un “autoretrato” de su época como charro y un recuerdo de su yegua Lady, quien estuvo con el por cerca de tres décadas.