Durante la celebración del Día del Amor y la Amistad, el 14 de febrero, mercancía asiática prácticamente invade el mercado mexicano.
Se expenden desde globos y muñecos de peluche, hasta perfumes o ropa.
En algunos casos su venta es ilegal, porque es fayuca, pero en otros, los más, no, porque es abastecida por comercializadoras que están legalmente en el país y otorgan incluso factura.
Lo anterior la confirmó el presidente de la Cámara Nacional de Comercio Servicios y Turismo (Canaco Servitur) Pachuca, Juan Jesús Bravo Aguilera, quien mencionó que si bien desplazan a productos nacionales, la realidad es que son los que están al alcance de la economía de las familias.
Estamos hablando, dijo, de que un promedio del 85 por ciento de los productos que se comercializan en el mercado; es decir, casi todos.
Dio a conocer que el mercado ha crecido notablemente en los últimos años, en todos los giros.
“Podemos encontrar regalos, pero también zapatos, bolsas de mano, vestidos, bisutería y cosméticos, por citar algunos”, indicó.
Explicó, incluso, que ya nadie se mete en problemas comprando y vendiendo fayuca, porque representa un riesgo, pero sobre todo, porque ya consigues lo mismo, al mismo precio, de forma legal.
“La mercancía de la llevan hasta la puerta de tu casa, a veces sin costo extra, o con una erogación mínima de flete”, aseveró.
Informó que muchos de los comerciantes ya adquieren sus productos vía internet, por lo que a veces ni se conocen con los vendedores.
Y la realidad de las cosas es que los artículos son elaborados en Asia, en países como China, Hong Kong, Korea y Taiwan, por citar algunos, debido a que la mano de obra es mucho más barata.
Pero muchos de ellos, explicó Juan Jesús Bravo, son comercializados a través de los Estados Unidos de Norteamérica, por donde ingresan a territorio mexicano.
Finalmente, reconoció que muchos artículos elaborados en el país han dejado de venderse en el mercado, pero es consecuencia de sus precios altos, comparados con los que ingresan del extranjero.
“Para algunos puede considerarse una competencia desleal, pero para otros, un ahorro significativo en la economía de las familias”, concluyó.