TULA DE ALLENDE, Hgo. Uno de los sectores productivos más castigados por la pandemia ha sido el del comercio. Por la crisis económica que ha generado, muchos comerciantes han tenido que cambiar de giro o bajar la cortina, pero no los locatarios de los mercados municipales que resisten gracias a que tienen un trato especial por falta de reglamentación municipal, pero también porque son quienes han podido cumplir mejor las exigencias sanitarias.
En los municipios de la región Tula predomina aún la tradición entre sus habitantes de comprar en las plazas y tianguis que se instalan en las calles. Así que solo dos municipios, Tepeji del Río y Tula de Allende, tienen un mercado municipal.
Pero durante la pandemia por Covid-19 los tianguistas han estado en desventaja, porque se ha restringido su actividad, en algunos momentos de forma drástica, y en cambio a quienes trabajan en los mercados municipales se les ha permitido trabajar casi con normalidad, aún estando en semáforo rojo. Pero los locatarios también han logrado transitar la crisis económica porque estos espacios propiedad del municipio, no están regulados y sus inquilinos siempre han tenido trato especial.
En Tula de Allende, durante el gobierno de Gadoth Tapia Benítez, se elaboró un Reglamento de Comercio que regulaba al Mercado municipal, pero no se presentó nunca para su aprobación y el recién llegado gobierno no ha tenido tiempo de emitir estatutos para controlar su funcionamiento. Respecto a cómo opera el Mercado municipal de Tula “Felipe Carbajal Arcia”, que tiene 89 locales y 88 tarimas, el director de Reglamentos, José Luis Ortiz Villegas, explicó que se rige por acuerdos entre comerciantes.
Dijo que estos no pagan renta al municipio por los espacios, porque no tienen contratos de arrendamiento ya que están considerados como una especie de “concesionarios”, así que pagan cuotas que establece la Unión de Comerciantes. Y los traspasos de locales cuando muere un titular, se realizan por acuerdos internos, adjudicándoselos a sus familiares. Y en Tepeji del Río, la situación no es muy diferente.
En la administración de Moisés Ramírez Tapia, la Comisión de Mercados del Ayuntamiento, trató igualmente de emitir un reglamento, pero lo más que avanzaron fue en que se aprobara un punto de acuerdo para que se firmara un contrato de arrendamiento con cada locatario, que nunca se cumplió.