Tras la suspensión de actividades masivas públicas en el estado como parte de las medidas preventivas ante la contingencia sanitaria por el coronavirus, más del 75 por ciento de la población que está económicamente activa e inmersa en la informalidad, será la principal afectada con la disminución de bienes y servicios, informó el investigador y académico de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Jorge Armando Solís Navarrete.
El también académico de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH) señaló que la mayor parte de la población en el estado vive en la informalidad, por lo que la suspensión de actividades afectará a todos los niveles socioeconómicos, principalmente a aquellas personas que viven de sus ingresos diarios.
De acuerdo con el integrante del Sistema Nacional de Investigadores (SNI), la mayor parte de la población no podrá parar completamente, pues el trabajo diario es su principal fuente de ingresos y al frenarse la economía habitual no contarán con recursos económicos para la manutención de sus respectivas familias, por lo que esta condición se acrecentará en los municipios rurales.
Agregó que tanto el gobierno municipal, como estatal y federal deben proveer mecanismos para impedir que las actividades sean detenidas en su totalidad, pues aunque se trata de una pandemia internacional, las consecuencias económicas para México pueden ser más perjudiciales que en otros países donde se frenaron los principales bienes y servicios.
Añadió que las personas que viven en la informalidad por el comercio no pueden realizar labores desde el hogar, por lo que las autoridades de todos los niveles deben actuar de forma más eficaz para atender esta problemática que se incrementará en los siguientes días.