El sentir de hoy de doña Martha es parecido al miedo que tuvo en 1949 cuando vivió la inundación del Centro de Pachuca. Recuerda cómo veía pasar el agua con huacales, cajas y objetos de las personas, y hoy siente ese mismo temor con el Covid-19.
Martha Atienza Gómez fue la primera persona inmunizada en la jornada de Vacunación en Pachuca. Tiene 90 años de edad, es originaria de Mazatlán, Sinaloa, pero lleva muchos años viviendo en la capital, y por eso ella se siente hidalguense.
Doña Martha se vacunó para evitar que le dé la enfermedad de Covid-19, como ocurrió con su hijo, quien por más resistencia que opuso, al final perdió la batalla.
¿Por qué aceptó vacunarse? –se le preguntó.
“Para que no me dé la enfermedad esa que anda dando muy fuerte todavía”, dijo.
Acompañada de su hija Edith Lugo, doña Martha no sintió ningún dolor ni tuvo molestias tras haber sido vacunada.
Dice que no le ha tocado vivir nada igual a la pandemia, sólo la inundación que se dio en Pachuca en 1949, pero ella siente que el ambiente está peor actualmente.
Doña Martha no sale por temor a contagiarse, pero principalmente porque a causa de la Covid-19, a finales de enero despidió de este mundo a uno de sus hijos: Miguel, quien era agente del ministerio público, y repentinamente comenzó a tener síntomas y después de tres días de hospitalización perdió la batalla por un paro cardíaco.