Marchanta oferta vegetales en calle de Tula para contribuir al gasto familiar 

Además que también sufraga los gastos médicos de sus dos hijos discapacitados 

César Martínez / El Sol de Hidalgo

  · sábado 14 de septiembre de 2024

Cada tercer día Clemencia Martínez instala su puesto en la calle 5 de Mayo de esta ciudad. | César Martínez / El Sol de Hidalgo

Al menos diez marchantas ofertan productos agrícolas frescos sobre la céntrica calle 5 de Mayo de esta ciudad que recolectan en el cerro desde las cinco de la mañana cada tercer día.

Al respecto, la quincuagenaria Clemencia Martínez quien es nativa de la alejada comunidad San Sebastián de Juárez expresó ayer que trabaja para contribuir al gasto familiar y así mantener a sus dos vástagos que se encuentran discapacitados y comprarles medicinas que requieren de por vida, aunque a veces hay pocas ventas por la crisis económica y la gente le compra menos verduras.

“Siempre le pido a Dios y la Virgen de Guadalupe que me ayuden para llevar el sustento a mi hogar, además de sufragar los gastos de medicamentos a mis vástagos, ya que uno padece discapacidad de cadera y el otro en el peroné a la mitad del pie izquierdo” mencionó.

Aseguró que a pesar de que ha ido a solicitar apoyo económico a diversas instancias gubernamentales de los tres niveles para personas con alguna discapacidad, no se lo han otorgado hasta el momento.

Por esta razón, dijo, tiene que ir a la mencionada arteria a expeder nopales, tunas, habas y chayotes que recolecta en el cerro que hay en su localidad.

“Voy cada tercer día a juntar los productos agrícolas desde temprana hora y luego los vendo en bolsitas de plástico a veinte pesos cada una” explicó la mujer.

Clemencia Martínez precisó que últimamente y a causa de la crisis económica que hay en el país, las personas ahora solo compran la mitad o sacan varios pesos para llevarse los vegetales frescos y que están en buen estado.

Indicó que a pesar de que el precio de cada bolsita con verduras es accesible y no está elevado, la mayoría de pobladores, sobretodo los que tienen hijos menores, andan “gastados” por el recién regreso a clases y el pago de inscripciones en escuelas de nivel básico.

“Mi marido y yo mantenemos la casa y por lo regular comemos nopalitos y otros vegetales, así como huevo de rancho y si hay para comprar pollo o carne de res o puerco es de vez en cuando” citó la entrevistada.

Por último, dio a conocer que labora de las siete de la mañana a las tres de la tarde y así como sus demás compañeras aguantan las inclemencias del tiempo como calor, frío o lluvia en la vía pública.