Los “viene-viene”, también conocidos como franeleros y cuida coches, a decir de automovilistas no son muy bien vistos, sin embargo, hay algunas excepciones.
"De forma general se adueñan de las calles, incluso de los cajones de estacionamiento de súper mercados, establecen tarifas y horario, si no les pagas, empiezan con sus floridas groserías, e incluso ponchan la llanta o rayan el autos", expresaron.
En Pachuca, no está permitido por el reglamento de Tránsito y Vialidad, pero ahí están los “viene-viene” y hasta son amigos de los policías encargados del orden vial.
"Comparten el pan y agua. Enoja que no pongan orden, pero nadie les dice nada", expresa otro sector de automovilistas entrevistados.
Actualmente se les puede ver en el viejo centro de Pachuca, en calles como Morelos, Ocampo o Allende, sitios donde hay una gran movilidad debido al comercio fijo y semifijo.
Con su franela avisan que hay lugar de estacionamiento, pero solo una hora y lo que gustes dar, si pasas del tiempo es una tarifa de 15 a 20 pesos.
Sus acciones se han traslado a los súper mercados de la capital hidalguense, ubicados principalmente al sur de Pachuca.
En algunos centros comerciales además del cobro por parte de la empresa administradora del sitio y además los “viene-viene” también tratan de obtener una ganancia.
Usuarios de estos espacios, aseguran que si en algún momento no se les da una moneda, inclusive pueden rayar los coches o ponchar las llantas.
En el caso de algunos otros centros comerciales el estacionamiento es gratuito pero los “viene-viene”, ya casi son dueños de los cajones, algunos aseguran los entrevistados, tienen buena actitud, por lo que en agradecimiento les dan una recompensa monetaria.
De acuerdo al Reglamento de Tránsito y Vialidad en el Capítulo Dos, Artículo 12, fracción VII, indica que está prohibido señalizar y/o apartar espacios para cajones de estacionamiento exclusivos en la vía pública con objetos; entendiéndose como vía pública todo aquello que no es propiedad privada.
Mientras que en el Título Tres, Capítulo Uno, Artículo 23, indica que corresponderá a los administradores de los estacionamientos (parquímetros) verificar que los cajones para discapacitados no sean utilizados por personas distintas a aquellas; en caso de que así sea, el encargado deberá dar aviso a la autoridad para que proceda a la aplicación del Reglamento.
Además, independientemente de lo anterior, la autoridad tiene la facultad de verificar el buen uso de dichos espacios. Para mejor coordinación se podrán realizar los convenios respectivos.