“No sé cuál será la especie (animal) más maltratada en México, pero hay costumbres aún, como ‘las piñatas vivientes’, donde meten patos y otros animales vivos, los niños les tienen que pegar hasta que ‘sangre’ la piñata”. Así expone la doctora en Bioética por la UNAM, Beatriz Vanda Cantón, la indiferencia, crueldad e irresponsabilidad que daña definitivamente a los animales, porque tienen estados afectivos y “eso no es humanizar, eso es evidencia científica”. Por ello consideró importante establecer la disminución del dolor y del estrés en los rastros y prohibir las actividades cruentas, porque esto normaliza también la violencia y la muerte entre los propios humanos.
En este sentido, Vanda Cantón dijo que en varios países cambiaron códigos civiles y penales donde se les reconoce el estatus de vivientes sintientes, lo cual es avance. Explicó: “La sociedad ya sabe que no son objetos ni bienes; sin embargo, en la práctica continúan los actos de abuso y quedamos en las mismas. Somos sus tutores, no sus dueños, pensamos que podemos tenerlos y tratarlos como sea, y no es así”.
La población, añadió, no ve la realidad de los animales destinados al consumo, y se enfocan en perros, gatos, caballos en entornos urbanos, por lo que la sensibilidad social es incluso más importante que las leyes. “Si tuviéramos esta conciencia no necesitaríamos leyes prohibitivas, ni punitivas, porque frenaríamos ciertos comportamientos que tenemos hacia los animales, comportamientos violentos que hemos normalizado”.
La especialista de la FMVZ dijo que en el ámbito legal se trabaja a partir de 2007 en una iniciativa de Ley General de Bienestar Animal que abarque a las especies domésticas y silvestres que están bajo cuidado y tutela de los seres humanos, pero no se ha concretado. Sin embargo, apuntó, el Código Penal de la Ciudad de México penaliza y castiga el maltrato animal con la reforma al Artículo 350 Bis, al considerarlo delito culposo y la sanción es de seis meses y cuatro años de cárcel, además de multas económicas que pueden llegar hasta los mil salarios mínimos.