Durante el mes de diciembre, es común ver la ciudad plagada de adornos, las casas se iluminan de colores cálidos y en la mayoría de ellas, se pone el tradicional árbol de Navidad, el cual representa para los católicos la vida eterna y la Santísima Trinidad, por su forma triangular.
Sin embargo, a lo largo de los años, los adornos se han vuelto más sofisticados y por ende, más caros, en ese sentido, vendedores de este tipo de artículos, refirieron que tuvieron que invertir más que el año pasado para ofrecer mayor variedad a sus clientes.
“El año pasado invertí poco porque todavía estaba la pandemia y la gente estaba más preocupada por su salud que por adornar, pero esta vez como hay más movimiento, hice un gasto mayor, además de que las cosas subieron”, comentó Lourdes, vendedora.
De igual modo, la comerciante, refirió que para que su local se viera más lleno, optó por comprar a granel distintas figuras de cartón, luces y esferas de origen chino, para economizar y garantizar la venta:
“La situación está difícil, antes podía uno conseguir cosas de mayor calidad a precios accesibles, pero ahora ya casi todo es chino y no nos queda de otra más que invertir en eso para que la gente también pueda adquirirlo”, externó.
De acuerdo a los comerciantes que se colocaron a un costado del mercado Benito Juárez en la capital hidalguense, dentro de los artículos más vendidos son las esferas de plástico, las luces de colores y los distintos adornos llenos de diamantina.