Seguramente si acostumbras visitar las Iglesias católicas durante el tiempo de Semana Santa, has notado que en varias de ellas se acostumbra a poner una tela de color morado sobre esculturas, cuadros o imágenes de santos. Aunque en la infancia o en el catecismo tal vez nos hayan explicado que era para guardar el tiempo de luto previo y durante la muerte de Cristo, la realidad es que este procedimiento es mucho más profundo.
Según explicó la Arquidiócesis Primada de México, se trata de una tradición que se mantiene aún hasta el día de hoy en algunos templos, pero no es obligatoria. Y es que de acuerdo con la costumbre, uno de los principales objetivos es no distraer a los católicos de su proceso de arrepentimiento y conversión de cara al Día de la Resurrección, pues al ser dicho arte sacro piezas y obras con gran belleza o atractivo visual, suelen robar la mirada del fiel que en estos días debe enfocar toda su concentración a entablar un lazo fuerte de oración con Dios.
Lo anterior también se considera como una especie de penitencia, ya que al ser la Semana Santa una época de arrepentimiento y examen de conciencia, "no somos dignos" de admirar las imágenes de Dios y de sus santos. Además, de acuerdo con textos que datan del siglo XIX del historiador y antiguo sacerdote francés, Abad Prosper Guéranguer (fundador de la Orden Francesa de la Congregación de San Benito Abad, "expresa la humillación a la cual nuestro Salvador se sometió, como es relatado en el Evangelio del Domingo de la Pasión del Señor”.
En algunas iglesias incluso se acostumbra a cubrirse la Santa Cruz a partir del quinto Domingo de Cuaresma y el cierre del Viernes Santo, día en que se celebra la Pasión de Cristo. De hecho, existe un rito con el que debe descubrirse este signo: el sacerdote debe proclamar tres veces mientras quita el velo, para develar el leño de la Cruz "donde estuvo clavado la Salvación del Mundo". Las imágenes de santos o ángeles se descubren hasta la noche del sábado, cuando inicia la Vigilia Pascual.
Asimismo, el cubrir las imágenes es un signo de duelo porque son días de luto y la Iglesia debe encarnar el "velo de la viudez", toda vez que la temporada de Pasión se dedica al recuerdo del sufrimiento que atravesó Cristo para otorgarnos la Salvación, según lo establece la fe católica. Esto representa que al ver el templo con los santos cubiertos como si estuviera vacío, es lo que sucede cuando Jesús no está; es decir, que sin la Resurrección del Mesías la fe no tendría sentido y las imágenes de la Iglesia serían en vano. Es recordar visualmente que la fe católica solo es posible gracias al sacrificio de Jesús en la cruz: su muerte y Resurrección.