MINERAL DEL CHICO. La “lluvia de pétalos” es un acto de fe único en el mundo, algunos extranjeros le adjudican un poder milagroso, las rosas que se usan son sembradas en diciembre y actualmente la mitad se dona y la otra se compra, se deshojan dos días antes y se lanzan desde una altura de 12 metros dentro y fuera de la iglesia de la Inmaculada Concepción, informó David Castillo Aceves, quien siendo infante ayudó a llenar bolsas con la flor y ahora es parte de las 40 personas que las lanzan desde la cornisa del templo.
Las dos toneladas que se reúnen actualmente provienen de los invernaderos de cuatro floricultores, equivalente a una y media hectáreas sembradas, y son de varios colores, cuyo aroma impregna el centro de culto que data de 1569, y son en las casas de los vecinos donde se deshojan, y ahora ya permiten que mujeres suban a la cornisa y con otros hombres las arrojen, relató.
Será en la misa de las 13 horas del domingo cuando suceda la lluvia, y desde hace una década ya se hace en la parte exterior, porque no cabe el recinto que da cabida a 500 fieles “bien apretados”, incluso atrae a turistas extranjeros, de Sudamérica, según una encuesta realizada hace tiempo, recordó.
En 2019, estimó que acudieron a esta ceremonia única en el mundo, aproximadamente seis personas, cuando la cabecera municipal la habitan 500 personas.