Todos los días, entre las 3:00 y 4:00 horas, el callejón de Pueblita en el barrio Mágico El Arbolito se convertía en el camino de “La llorona” y del “Jinete”.

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Sergio, uno de los viejos habitantes, asegura que de chiquillo pudo escuchar los lamentos de la mujer, “¡ay, mis hijooos!”.

Nunca la vio, pero su abuelo y antiguos vecinos decían que era una mujer bonita, joven, con cabello largo y negro.

Salía a esas horas de la madrugada, partía desde el barrio Tulipán hasta llegar al callejón Pueblita, lamentándose. Sergio dice que pasaba como tres veces, entre las 3:00 y 4:00 horas. Todos escuchaban.

Eso fue hace 40 años, pero desde hace 10 ya no se sabe de esa mujer joven conocida como “La llorona”, porque nadie la ha escuchado.

También a esa hora salía “El Jinete” montando un caballo grande y negro, las pocas personas que lograron verlo, dijo, comentaron que iba vestido con un sombrero tipo texana.

Sergio platica que también de niño, con unos 12 años, oyó el paso del caballo en el callejón y en otras calles que en ese tiempo eran de terracería, pues el sonido de las herraduras del animal con la terracería era muy fuerte.

El jinete galopa rápido, iba y venía tres veces y desaparecía como la joven, así contaron los abuelos y Sergio todavía es uno de los vecinos que pudo sentirlo.

Hace cuatro meses, calcula, pintaron un mural alusivo a la leyenda. Fue creación de “Brote de Tinta Miguel OH”. Cubre una fachada que se encuentra en la esquina del callejón. Utilizó el color blanco y negro para recrear a la mujer.

Es precisamente con la describen los antiguos vecinos: joven y de cabello largo, con vestido largo. No se aprecian las facciones de su rostro, pues esta de espaldas frente a un árbol con grandes ramas sin hojas en un escenario tipo bosque.

Desde que el mural más personas han acudido a escuchar la leyenda que cimbró las madrugadas y mineros prefirieron no pasar en esta parte del barrio que colinda con el barrio Nueva Estrella.

Además del mural en lo alto y debido al estrecho callejón Pueblita cuelgan listones de colores que han perdido su color, pero que resaltan debido a la leyenda.

Desde que se convirtió en barrio Mágico, Pueblita, casi en las faldas del cerro San Cristóbal o conocido como El cocodrilo el cuidador de los mineros, tiene alumbrado público y cámaras de vigilancia.