La nave tripulada rusa Soyuz MS-17 fue lanzada ayer desde el cosmódromo de Baikonur (Kazajistán) rumbo a la Estación Espacial Internacional (EEI), a la que se acoplará en poco más de tres horas.
La nave, en la que viajan los cosmonautas rusos Serguéi Rízhikov y Serguéi Kud-Sverchkov, y la astronauta de la NASA, Kathleen Rubins, despegó a las 05.45 GMT tal y como estaba previsto, propulsada por un cohete Soyuz-2.1a. "Todo bien a bordo, nos sentimos bien", señaló la tripulación nada más despegar.
Minutos antes del despegue, los directores de vuelo de la NASA felicitaron a Rubins por su 42 cumpleaños.
Este vuelo es el primero tripulado de la Historia en llegar a la EEI en poco más de 3 horas tras dar dos vueltas alrededor de la Tierra.
"El esquema fue calculado y modelado hace tiempo, ha sido probado en cinco cargueros espaciales Progress, las tripulaciones superaron la preparación de vuelo y no supondrá ningún tipo de sobrecarga o dificultad adicional para los cosmonautas", afirmó Rízhikov la víspera en una rueda de prensa.
El cosmonauta ruso expresó su confianza en la seguridad de la nave y aseguró que llegarán a la EEI "más rápido" que desde la Ciudad de las Estrellas, en las afueras de Moscú, hasta el cosmódromo Baikonur.
Acoplamiento automático con la EEI El acoplamiento de la Soyuz MS-17 con la plataforma orbital, que se efectuará en régimen automático, está programado para las 08.52 GMT.
Los tripulantes de la Soyuz MS-17, que permanecerán en el espacio seis meses, se unirán a los actuales inquilinos de la EEI: los cosmonautas rusos Anatoli Ivanishin e Iván Vágner y el astronauta de la NASA Chris Cassidy.
Este trío abandonará la plataforma orbital el próximo día 21 a bordo de la Soyuz MS-16, que llegó a la EEI el pasado 9 de abril.