La Casa del Vampiro albergó caballerizas y horno de pan. ¿Quién la habitó?

El apelativo dado por los vecinos fue para un hombre de nombre Justino Spínola Segura

Sonia Nochebuena / El Sol de Hidalgo 

  · lunes 14 de octubre de 2024

Justino Lamberto Spínola Spínola, construyó una hermosa vivienda, hoy conocida como “casa del vampiro” | Wendy Lazcano / El Sol de Hidalgo

Pocas, como una casa ubicada en pleno Centro, reflejan parte de lo que eran las costumbres de una clase social pudiente, en la Pachuca de finales del siglo XIX.

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Hoy se le conoce como “la casa del vampiro”, construida por Justino Lamberto Spínola Spínola, descendientes de italianos. Fue profesor de idiomas en el Instituto Científico Literario, antecesor de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH).

El apelativo de “la casa del vampiro”, en calle Doria esquina San Martín, barrio El Atorón, no se debe a ese hombre que en aquellos años hacía alarde de buen gusto arquitectónico y de sapiencia lingüística.

También era capaz de entenderse en cinco idiomas: español, inglés, italiano, francés y alemán y con tres esposas simultáneamente, todas bajo el mismo techo.

El relato lo hace Daniel Alonso Gamiño Olvera, bisnieto de quien fue la tercera y última esposa de Justino Lamberto, Higinia Serna Elizalde.

Recuerda que su bisabuela contrajo nupcias con don Justino cuando apenas contaba con 14 años mientras él ya contaba con 50. Ella nació en Zapotlán en 1904 y él en Real del Monte, en 1868 y murió en Pachuca, en 1931.

De las narraciones en familia menciona que la casa de su bisabuelo albergaba a dos esposas anteriores más la nueva y un total de 15 hijos. Problemas, ninguno.

Su bisabuelo era hombre con la convicción de que el orden debía empezar en casa. Cada una de ellas tenía horario para cocinar y sacar a pasear a sus hijos, por lo que las familias vivían en paz y bajo reglas entendidas.

Señala que, según los relatos de su abuela, Leonor Spínola Serna, la casa contaba con múltiples habitaciones, baños, caballerizas, un horno de pan y hasta con un túnel que conecta con el Edificio Central de Abasolo de la UAEH y con la iglesia de San Francisco.

Higinia Serna y don Justino tuvieron cuatro hijos: Cuauhtémoc, Guadalupe, Blanca Rosa y Leonor, Daniel Alonso es descendiente de ésta última, nacida en 1931 y fallecida hace ocho años.

Don Justino, además de profesor de idiomas también se dedicaba al comercio, pues rentaba unas bancas en el espacio de El Reloj Monumental a fin de que las personas se sentarán para escuchar la Banda de Rurales de Pachuca, hoy la Sinfónica del estado.

Conforme a la historia que se ha transmitido de generación en generación don Justino fue un hombre muy elegante, siempre ataviado de una capa de gabardina gruesa color negro, un sombrero de copa y un bastón, era contemporáneo de don Teodomiro Manzano.

El último habitante de la “casa del vampiro” fue Justino Spínola Segura, nacido en 1927, y a quien se le debe el apelativo, puesto por los vecinos.

Daniel Alonso desconoce el nombre de la madre de Spínola Segura. Él era un hombre alto, blanco, delgado, con cejas pobladas, de profesión médico.

Él vestía las gabardinas de su padre y también usaba el sombrero de copa y el bastón. Se subía a un balcón y ahí parado, extendía la gabardina en forma de alas.

En esa casa vivió con una mujer y, al parecer, una persona discapacitada. Murió a principios de los años 90.

Hasta hace unos años en la fachada de lo fuera una maravillosa residencia pendía una lona que anunciaba la venta de esta propiedad como terreno de 585 metros cuadrados; interesados debían comunicarse al 7711294229 y al 7711999442.

Así como Daniel Alonso conserva las historias de sus ancestros también quiere que la fachada pueda recuperarse, pues es un monumento histórico para la posteridad.

No sabe dónde fue enterrado Justino Spínola Segura, pero sí de Justino Lamberto Spínola Spínola, está en la vía principal del panteón municipal de Pachuca.