Involucrar a las nuevas generaciones en actividades relacionadas con la preservación del medio ambiente constituye uno de los mecanismos más efectivos para combatir el cambio climático.
En distintos rincones del planeta, los jóvenes aportan sus mejores contribuciones para enfrentar esta situación, a sabiendas de que en el futuro ellos serán quienes sufran las peores consecuencias de esta problemática.
Por ello, jóvenes de los municipios de Huichapan y Atotonilco de Tula, en el estado de Hidalgo, decidieron poner manos a la obra e implementar actividades y soluciones en favor del planeta.
En ambas ciudades, más de un centenar de estudiantes de secundaria y bachillerato durante el periodo 2020-2021 se integraron de forma voluntaria al Programa de Restauración Ambiental Comunitaria (PRAC) de CEMEX en Hidalgo con el propósito de capacitarse como promotores ambientales.
En los talleres impartidos aprendieron a diagnosticar la situación actual de la comunidad donde viven, monitorear la flora y la fauna, así como a diseñar e implementar soluciones para su restauración ambiental.
El éxito del PRAC fue tal, que una de las promotoras integró sus conocimientos en conservación de la biodiversidad con miembros del pueblo hñähñu, una comunidad rural de la zona, mientras que
varios de sus compañeros establecieron un proyecto de producción de huertos de traspatio de nopal para beneficiar al ecosistema.
Las labores sostenibles en Hidalgo se multiplicaron, ya que un grupo de voluntarios y personal de CEMEX también reforestaron más de 5,000 metros cuadrados de terrenos aledaños a la cementera con plantas de maguey, logrando una producción de 25 mil plantas de agave salmiana —nombre científico del maguey—, lo cual brindará un nuevo panorama ecológico para la fauna y flora silvestre de ese hábitat.
Gracias a su impacto en la conservación de la biodiversidad, los Programas de Restauración Ambiental Comunitaria de CEMEX en ambos municipios, así como la iniciativa para la restauración de terrenos con maguey en Huichapan y el espacio didáctico Jardín de Polinizadores Atotonilco de Tula, recibieron el certificado de conservación ambiental por parte del Wildlife Habitat Council (Consejo de la Vida Silvestre o WHC, por sus siglas en inglés).
El certificado del WHC es un galardón con gran prestigio a nivel internacional, ya que acredita los esfuerzos y el compromiso de las empresas con la conservación ambiental, una actividad sostenible y en favor del planeta. Estos esfuerzos ecológicos están alineados con Futuro en Acción, el programa de CEMEX con el que se busca alcanzar la neutralidad de emisiones para 2050.