En completo ambiente carnavalesco, música y diversión se realizó en la localidad de Tortugas, en Metepec, Hidalgo, la Jitomatiza 2023. Al menos mil personas, provenientes de distintos municipios aledaños, incluso de otros estados, participaron en la batalla campal que consistió en aventarse jitomates entre unos y otros.
En entrevista para el Sol de Tulancingo, Susana Ivet Fuentes Solis, vicepresidenta del Comité Turístico Empresarial del Municipio de Metepec, explicó que la Jitomatiza es un festival que surgió como idea y necesidad de los empresarios de la región que buscan posicionar a la demarcación como una de las mayores productoras de jitomate de calidad.
“Somos varias empresas que buscamos que la gente nos visite y reconozca a Metepec como municipio productor de jitomate”, detalló.
Agregó que en la zona se producen más de 600 toneladas de jitomate al semestre, por lo que, la merma de esta fruta es de varias toneladas. Especificó que esta merma no se puede vender y mucho menos consumir, por lo que darle un uso turístico les da una gran ventaja sobre otro sector.
“A nosotros se nos ocurrió la idea de generar el festival y generar una derrama económica en el municipio, pues no solo es la batalla campal, sino conciertos, exhibiciones, venta de productos de la región y entre otras cosas”, puntualizó.
Para esta segunda edición, se donaron cuatro toneladas y media de merma para la batalla campal, donación por parte de todos los productores, algunos en mayor cantidad que otros, pero todos participando por igual. “Lo que sobre de la batalla será ocupado para composta, acá no se desperdicia nada”, aclaró la subdirectora.
Por último agregó que, en la primera edición esperaban la afluencia de mil 500 visitantes y superaron los 5 mil, por lo que este año, la cifra es de ocho mil visitantes entre todas las actividades.
La batalla campal duró cerca de media hora, minutos llenos de risas, gritos, mucha música y cientos de jitomates volando entre un lugar y otro.
En el espacio delimitado para la Jitomatiza, se vio convivir a todos por igual a chicos, grandes, hombres, mujeres, niñas, niños e incluso algunos perritos que disfrutaban correr entre la merma.
El olor a jitomate se pudo percibir a metros, pues cuando con tanto golpe comenzaron a perder consistencia y se partían. No hubo una sola persona que no resultara manchada de jitomate.