El ISSSTE Hidalgo carece de un censo de cuántos donadores de órganos y tejidos hay entre su derechohabiencia, reconoció el coordinador de Órganos y Tejidos de esta institución, Pablo Flores Mendoza.
Dijo que esto no es posible, porque hay casos en los que una persona deja establecido ante notario público su deseo de dar alguna parte de su cuerpo, y aun así, el día que muere se debe pedir el consentimiento de la familia y si no acepta, “esta es la última decisión que cuenta”.
También, según explicó a un número de personas y trabajadores de la Salud reunidos en el auditorio de enseñanza del Hospital Columba Rivera Osorio”, en Pachuca, que mucha gente se opone a que su difunto dé vida a otros que requieren un trasplante, porque suponen que quedará desfigurado y no es cierto, porque el cuerpo del donador es preparado para que no sea visible la extracción.
De los 331 mil derechohabientes del ISSSTE Hidalgo, no hay una cifra de cuántos de ellos quisieran que sus órganos y tejidos sirvan a otros en caso de fallecer, aunque Pablo Flores sugirió que si hay voluntad altruista, es necesario respetarla por los dolientes.