La propuesta del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, para una reforma en materia indígena que busca reivindicar las culturas originarias de nuestro país como sujetos de derecho público y reconocer sus sistemas normativos en la Constitución, mediante un decálogo, no es más que “un juego de palabras” porque no nos dice cómo vamos a lograr este cambio, opinó el Magistrado en retiro, Alfredo Olguín Hernández.
“En lo personal leo (en la iniciativa) un juego de palabras, que no se da una consistencia real de elementos, para que nos digan el cómo vamos a lograr este cambio y en qué se van a beneficiar concreta y sustancialmente, los pueblos indígenas y afroamericanos”, que no será en este año, porque en el documento se especifica que no se va tocar o alterar el presupuesto de este 2024 en caso de aprobarse por el Poder Legislativo federal, expuso.
Además que “no se hizo un análisis previo de los recursos que se requieren para etiquetarlos en el siguiente ejercicio; incluso el propio proyecto en sus transitorios, el sexto, cita que no se podrá afectar el presupuesto actual, propiamente está dando un tope”.