Huasca es un municipio de Hidalgo ubicado en el Corredor de la Montaña. Está considerado como el primer Pueblo Mágico de México, en donde se destacan sus paisajes naturales, calles empedradas, historia y magia.
En Huasca no sólo puedes encontrar las bellezas naturales, sino también leyendas sobre la aparición de seres fantásticos que de acuerdo con los habitantes del lugar son protectores, se trata de los duendes considerados como entes que habitan en determinados lugares a quienes se les atribuyen ciertos errores y cosas inexplicables.
En Huasca además de las múltiples historias que puedes escuchar sobre situaciones inusuales que les han sucedido no sólo a los habitantes del municipio, sino también a turistas, se encuentra un Museo de los Duendes, considerado un espacio con misticismo, ya que se encuentra dentro del bosque.
La mitología de los duendes es desde los antepasados, quienes siempre supieron sobre la existencia de estos seres y se creían que son protectores del medio ambiente, de los bosques y por ese llegaron a este municipio.
A raíz de las experiencias de la gente, se comenzó a extender la mitología hasta Real del Monte en donde decían que los duendes les ayudaban a realizar sus diferentes tareas, sobre todo cuando eran trabajos muy pesados en las minas.
En Huasca se cree fielmente en los duendes por que esconden cosas y después aparecen, los niños juegan con ellos, además de que, de una noche a otra, los caballos amanecen con trenzas en las crines y sus colas.
En el año de 1999 en una plática con los pobladores de Huasca, Cristina Cortes fue quien comenzó a investigar más sobre estos seres y fundo el Museo del Duende.
De acuerdo con Margarita Moreno, actual directora del Museo, las leyendas son muchas y aunque en diversas ocasiones han dicho que son malos, entre los habitantes de Huasca, no los consideran así, porque en cada travesura que realizan, esta una protección ante cualquier acontecimiento.
Cuentan las personas que han llegado a ver a estos seres, que son pequeños como de 15 a 60 centímetros aproximadamente y visten ropas de telas brillosas, de colores llamativos y bordados, llevan en su cabeza un pequeño sombrero, pero a diferencia de las figuras que luego presentan en televisión con cara de enojados, dicen que tienen un rostro que ofrece tranquilidad.
Muchas de las historias que se encuentran en el museo, son relatos de lo que les ha sucedido con ellos y por eso son transformados en figuras de barro o cerámica y a la fecha se cuentan con 600, junto con elfos, hadas y trolls.
Las personas ya están acostumbradas a vivir con estos seres de energía, que los consideran compañeros de vida y guías, porque para los habitantes hacen más fácil su día a día.
Por ello, Huasca es considerado un Pueblo Mágico con cierto misticismo en donde pueden sentir una energía especial y si quieren, cuando los vean en figuras, les pueden dejar una moneda para que les ayuden en alguna situación que enfrenten en su vida.