La tragedia de Tlehuelilpan trajo días de introspección, dolor e incertidumbre. Sin embargo, pasó poco tiempo para que el huachicoleo se retomara en la región y en el estado.
El último reporte de Pemex sobre tomas clandestinas desactivadas en territorio hidalguense fue en agosto de 2019 y señala que hasta junio se habían registrado 3 mil 53, mientras que en 2018 fueron mil 251, lo que representa un incremento de 144 por ciento.
A nivel nacional, según el Gobierno Federal, se localizaron 13 mil 16 tomas clandestinas.
Prácticamente durante todo el año Hidalgo ocupó el primer lugar nacional en extracción ilegal de combustible, principalmente en la región Tula y en Cuautepec.
Antes de que Pemex emitiera estas cifras, el 10 de julio de 2018, el Gobierno Estatal implementó un operativo denominado Fuerza Especial Conjunta, el cual contempló más de 400 elementos de seguridad, entre soldados, policías y otras dependencias como el Instituto Nacional de Migración (INM), con un objetivo primordial: erradicar el robo de combustible.
Este operativo concluyó en diciembre de ese mismo año y arrojó los siguientes resultados:
Se recuperaron un millón 765 mil litros de combustible y con ello fueron detenidas 278 personas, por la presunta comisión del delito de robo de hidrocarburo.
Aunado a ello, se aseguraron dos mil 316 vehículos, 11 cajas secas y en actividades alternas al huachicoleo, se clausuraron más de 26 bares en apoyo a la autoridad administrativa, sumado a 12 cateos, el cierre de seis deshuesaderos y la incautación de 78 armas de fuego y 21 kilos de mariguana.
Para 2019 el Gobierno Federal anunció la llegada de la Guardia Nacional y apenas entró a Hidalgo se hizo cargo de centrarse en el tema del robo de combustible, por tanto, la policía estatal quedó a un lado y se deslindó de toda cifra que tenga que ver con este delito.
Recientemente el jefe policíaco, Mauricio Delmar, aseguró que lo que ha aumentado son las tomas clandestinas, más no la sustracción de hidrocarburo, pese a que Pemex insiste en que Hidalgo es de los primeros en la lista a nivel nacional con el problema del huachicoleo.
En la entidad se detectó actividad huachicolera en al menos 25 de los 84 municipios, aunque durante 2018, Tula y Cuautepec registraron casi el 50% de todas las perforaciones localizadas, ya que en conjunto sumaron 920 de las más de dos mil que se registraron en todo el estado. En Tula fueron detectadas 479 y en Cuautepec 441, según datos de Pemex.
Por Hidalgo pasan tres de los seis ductos de la paraestatal, el Tula-Toluca, Tula-Salamanca y el Tuxpan-Azcapotzalco. Datos del gobierno federal indican que los homicidios se dan más en los municipios por los que pasan los ductos.
De acuerdo con datos oficiales, en “las zonas huachicoleras” se concentró el 63% de todos los asesinatos ocurridos en Hidalgo durante 2018; un 8% más que en 2017.
En cuanto a los procesos legales, las autoridades estatales anuncian que todo el huachicol asegurado y los presuntos implicados, quedan a disposición de la Fiscalía General de la República (FGR), no obstante, al menos en la entidad, la dependencia no emite datos al respecto ni indica si ese líquido ha sido devuelto a Pemex. Además, los predios asegurados por ser habilitados como bodegas o puntos de venta, no se han sometido a la extinción de dominio como debería ocurrir.