Migrantes hidalguenses indocumentados que partieron de sus lugares de origen para buscar el sueño americano han formado familia en la Unión Americana, buscan arraigo en el país vecino donde tienen sus trabajos, descendencia y una vida mejor que la dejaron en México.
La segunda generación de hidalguenses que han nacido lejos de su orígenes mexicanos, buscan que sus padres tengan la nacionalidad estadounidense, con el propósito que no sean deportados.
El servicio militar en EU y enlistarse en el ejército por un año les permite a los hijos de migrantes solicitar el perdón del gobierno norteamericano, para que sus padres puedan acceder a la ciudadanía y así tener una estancia legal en el vecino país del norte.
Es el caso de Cesar García, migrante del Valle del Mezquital viajó a los Estados Unidos desde los 17 años, se estableció en Florida donde se casó y tuvo hijos, en la actualidad el su esposa esperan que el gobierno les otorgue la ciudadanía para poder regresar a México a visitar a sus padres.
El hijo de Don Cesar, en la actualidad se encuentra en servicio en la Armada, donde cuida los intereses de Estados Unidos, en alta mar para poder brindar a sus padres una estancia legal.
Los migrantes son el sostén de sus familias en México, mueven la economía de Estados Unidos, y sus hijos protegen la nación que los ha acogido, y les brinda un modo honesto de vivir.
Sin embargo no dejan de ser migrantes para los anglosajones, por su color de piel, y sus costumbres, ya que son educados de acuerdo a las tradiciones de sus pueblos, informaron los migrantes.
“Los hijos de migrantes portan con orgullo el uniforme de la Naval con la bandera de Estados Unidos, pero en su corazón llevan el nombre de México” informó la familia de Cesar García.