Migrantes mexicanos que viajaron a los Estados Unidos en los años ochentas, que se casaron y formaron una familia en su estancia durante más de treinta años en el país vecinos del Norte, añoran su tierra natal y cada año regresan para compartir con sus seres queridos las fiestas decembrinas.
Los connacionales regresan con sus hijos jóvenes o adultos, algunos de ellos por primera vez conocen México, otros regresan año con año para disfrutar de las posadas y fiestas navideñas.
“Lo mejor de México es la comida, sus sabores y tradiciones” mencionaron Francisco Martínez y Salvador Ramírez, hijos de migrantes quienes visitan a sus familiares en el municipio de Ixmiquilpan.
Pasarán tres días en México y regresaran de vuelta a Michigan, Estados Unidos, donde tienen sus empleos, en la actualidad trabajan en la poda de árboles y limpieza de carreteras.
Este estado, que se encuentra en los límites con Canadá, en la actualidad la nieve cubre la ciudad, campo y carreteras, por ello los migrantes son requeridos en el trabajo de limpieza de las ciudades y vías de comunicación.
En Hidalgo es la barbacoa a pie de horno con tortillas recién salidas del comal, salsa o guacamole, dijeron los connacionales, quienes visitaron fondas y mercados para probar gastronomía.
Francisco y Salvador, migrantes mexicanos que cuentan con la doble nacionalidad, mexicana como estadounidense, expresaron que también les agrado probar la carne asada, mole rojo y verde, la pancita horneada en horno, así como el ximbo y el pollo en penca.
Los hijos de nuestros connacionales mencionaron que disfrutan mucho la hospitalidad de sus familias y amigos, por lo que tratarán de regresar cada año para pasar la Navidad en su segunda nación.